Seguro que todos recordáis haber comido Peta Zetas cuando erais niños. Estos famosos caramelos han marcado todo una época desde su lanzamiento en 1979.
Los Peta Zetas fueron creados por la empresa Zeta Espacial S.A. El lanzamiento de este divertido caramelo que tiene la peculiaridad de hacer «chasquidos» y explotar en la boca del consumidor supuso una revolución en el mundo de la confitería.
Había nacido el primer caramelo-juego de la historia. Ya no sólo una gominola servía como snack para ser saboreado principalmente por los niños, si no que fomentaba la interacción social ya que podía ser usado para jugar y pasárselo bien con los amigos. ¿Quién no se ha divertido compitiendo por ser el que más ruido hace con un montón de Peta Zetas en la boca?
El primer envase de Peta Zetas consistía en un astronauta rodeado de estrellas. Detrás de este primer diseño hay una curiosa historia y es que es así como describió un niño el producto cuando lo probó por primera vez: «es como un caramelo del espacio, como meteoritos que explotan en la boca».
Estos caramelos vivieron su mayor éxito durante la década de los 80. Su gran popularidad llevó a sus creadores a sacar al mercado varias gamas del producto, con diferentes sabores, incluso en una de ellas el compuesto estaba formado por trozos de chicle en lugar de caramelo. Pero en la actualidad es el sabor tradicional el que ha sobrevivido. En los últimos años donde la innovación es sinónimo de crecimiento, este producto ha sido incluso usado en la cocina de vanguardia, en las creaciones de chefs como Ferrán Adrià o Darío Barrio. Y puede ser añadido como ingrediente innovador y divertido en multitud de productos como chocolates, postres, yogures, helados…
¿Por qué explotan los Peta Zetas?
El secreto está en que las pequeñas piezas de caramelo han sido gasificadas con dióxido de carbono. Al entrar en contacto con la humedad (en la boca, leche, agua u otros líquidos) se disuelve el caramelo que envuelve las burbujas de CO2 a 60 atmósferas de presión (la misma presión que aguantaría el cuerpo a 600 metros de profundidad) y estas liberan el gas contenido en su interior provocando el característico chasquido.
Fuente: mundosabor.es