Esta raíz de impactante sabor es de las más antiguas usadas dentro de la gastronomía, pero además el regaliz tiene importantes efectos sobre la salud, tanto positivos como negativos.

El impronunciable nombre real del regaliz es Glycyrrhiza glabra, planta común en gran parte de Europa, África y Asia, de la que se aprovechan sus largas raíces desde tiempos inmemoriales, debido al sabor anisado que aporta. De hecho, se considera al regaliz como uno de los condimentos más antiguos usados por la humanidad, ya que apenas hay que realizar procesos sobre la raíz para aprovechar su tremendo dulzor.

No es cosa de broma. Se calcula que la capacidad del regaliz como edulcorante supera más de cien veces a la del azúcar. Y eso, de manera natural. Ni que decir tiene que esta raíz es fundamental en la elaboración de postres, golosinas y bebidas refrescantes. El proceso de preparación consiste en hervir las raíces hasta conseguir una pasta compacta con la que se trabaja más adelante.

Regaliz

Con esta pasta se pueden preparar numerosos dulces, siendo los más conocidos los caramelos de regaliz, sobre todo en su versión flexible y enrollada, que podemos encontrar en tiendas de prácticamente todo el mundo.

Otra variante igual de conocida que podemos encontrar son pequeños caramelos de regaliz y mentol, de sabor intenso y fresco, muy útil para combatir la tos o el mal aliento. Masticar la raíz directamente es una costumbre tradicional en numerosos países.

El regaliz, debido a la presencia en su composición de la glicirricina, un componente tóxico, debe ser consumido con cierto cuidado, aunque también ofrece beneficios para la salud. El regaliz es bueno para el estómago, mejora la capacidad del hígado, es antiinflamatorio y evita la deshidratación y golpes de calor, por lo que es interesante su consumo en verano.

Regaliz

Sin embargo, hay que tener cuidado ya que puede provocar un aumento de la presión arterial, retención de líquidos y está prohibido en patologías renales o en personas que sufran de diabetes, ya que aumenta la glucosa en el cuerpo. Tampoco está recomendado en mujeres embarazadas y pacientes con problemas de corazón.

Fuente: bonviveur.es

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